Тест владения языком уровень B2

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ESPAÑA MANDA LA MÚSICA A OTRA PARTE

La cultura musical y su educación constituyen un fenómeno que en España funciona a rachas intermitentes de optimismo. Más allá del folclore genuinamente español, suele decirse que este país carece de una alta tradición musical en el pop y el mundo sinfónico. Ya saben, en los sesenta eran las bandas municipales y Los Brincos, contra La Filarmónica de Berlín y los Beatles.

En los últimos años, los esfuerzos en inversión y en trasladar el mensaje de la música crecieron enormemente. Concretamente, en las últimas dos décadas, desde que, entre otras cosas, se creó una red amplísima y razonablemente eficaz de escuelas municipales de música. Ahora bien, es posible que los recortes que devastan la cultura en España se las lleven por delante.

La idea de estos centros, nacidos en 1992, no solo era localizar a futuros talentos musicales, sino fomentar la cohesión social, dar un empujón al nivel cultural de los barrios y ayudar al desarrollo de los alumnos a través de la música. Pero la base fundacional de las escuelas públicas que hay en España tiene que ver principalmente con crear el ambiente cultural que genere afición, interés y, de paso, un público que renueve los envejecidos auditorios españoles.

«Hay dos grandes realidades en la educación musical: quienes vivirán profesionalmente de ella y los que se acercarán de manera amateur». Enrique Subiela, músico, se refiere a la falta de una auténtica afición formada que acuda a las salas. La otra paite a la que alude es la vertiente profesional. Cada vez más españoles ocupan puestos de primer nivel en orquestas europeas. Las escuelas públicas permiten a veces dar el salto a centros de mayor nivel o conservatorios, donde España está a la cabeza de Europa (en número).

En todas las comunidades autónomas se ha recortado la aportación a estos centros formativos, en la creencia de que es una educación no necesaria. Pero aporta muchos beneficios. Los alumnos que estudian música suelen tener éxito en el resto de estudios, enseña a concentrarse, a trabajar en equipo, a dirigir, a no hablar cuando el otro habla… desarrolla la imaginación y la creatividad. Si la música va para atrás, quien saldrá perjudicado será el país.

«Quitar recursos a la educación se acabará pagando. Pero no soy tan ingenuo como para pensar que hay una relación directa entre el dinero y la calidad». Para Fabián Panisello, de la escuela Reina Sofía, una formación adecuada se da con una buena selección de alumnos y buenos profesores, «Y en España no es fácil. Cualquiera que haga una carrera musical, o lo hace a un alto nivel o no vale la pena. Es verdad que el nivel de instrumentistas ha subido en España, pero tengo dudas de que vaya asociado a la educación».

Daniel Verdú


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